jueves, 28 de mayo de 2015

DELIGNY, UN INGENIERO DEL SIGLO XIX. Y 2ªParte


Pero lo más importante estaba por llegar.

Entre Febrero y Marzo de 1853, visitó varias minas en Andalucía, entre ellas la de RioTinto, donde habían realizados progresos en el tratamiento de los minerales. También acudió a Portugal. Todo por encargo de Luis-Charles Decazes, duque de Glucksberg (1819-1886), que había sido embajador de Francia en España, y del Banco de Crédito. En los alrededores de los yacimientos mineros, descubrió grandes depósitos de escorias, importantes restos de explotaciones anteriores: romanas, o fenicias. En esos principios de la Geología, el recurrir a esos métodos de prospección, era un enfoque que no carente de interés. Claude Domergue nos dice que Deligny formó parte de de esos ingenieros que de hecho fueron los primeros arqueólogos mineros. Inmersos en la cultura clásica, llenos de admiración por los trabajos de griegos y romanos; no dejaron de anotar en sus cuadernos los restos de trabajos antiguos, arriesgándose a menudo a reconocimientos peligrosos en zonas de dudosa estabilidad. En su entusiasmo creyó haber encontrado cerca del pueblo de Alosno las minas bíblicas de Tharsis. De hecho, es el nombre de la montaña vecina “Tarse”, lo que le empujó a esta interpretación poco acertada. Pero el nombre se ha mantenido, y el de Deligny está asociado a una página española de Internet “Los amigos de Tharsis, Ernesto Deligny”. Aunque cometiera varios errores por su inexperiencia minera, va a ser el primero en sentar las bases de una explotación a gran escala. Se aferró a una explotación subterránea, pero no solucionó correctamente el problema del desagüe y extracción (Ver La Sabina) Y a pesar de su experiencia en ferrocarriles, no pudo solucionar el gran reto del transporte. La primera sociedad creada para explotar las minas de Tharsis en 1853, debió ser rescatada rápidamente. Sucediéndole otra nueva en 1854: La Compañía de minas de cobre de Huelva. La actividad se desarrolló rápidamente, y en 1856 1.500 obreros trabajaban en ella.

En 1858, Decazes junto a Duclerc, futuro dirigente del Crédito Mobiliario de España, y Deligny, fundaron la Sociedad La Sabina para la explotación de Santo Domingo, en Portugal, que ya había reconocido en 1855. Esta zona, aunque separada por la frontera, era la prolongación de los yacimientos de Tharsis. Pero la salud financiera de La Compañía de minas de cobre de Huelva no era siempre buena y, en 1859, Duclerc dejó la dirección de la compañía, seguido por Deligny. No obstante pudo ser recuperada en parte, (Dirección de Mercier) pero continuando con un pésimo transporte para la salida de los minerales, y un escaso mercado.

Los ingleses penetraron en la zona llevando, gracias a una innovación técnica de la doble recuperación del cobre y del azufre, una ampliación del mercado que permitía la movilización de capitales. En 1866, la “Tharsis Sulfur and Copper Company”, sociedad inglesa cuya sede estaba en Glasgow, retomaba la explotación de las minas constituyendo una entidad con medios financieros bastante considerables. La sociedad “Mason and Berry” fortalecía las concesiones de la Sabina (Santo Domingo en Portugal) y completaba así la presencia inglesa.

Al final de la década de 1860, Déligny crea la Sociedad de minas de cobre de Alosno,  única sociedad francesa en la región, activa y próspera en 1882, donde la representaba su hijo Víctor.

A pesar del dominio de los ingleses sobre el conjunto de las minas de la zona, los intereses franceses habían sido preservados en buena parte. La acción de los pioneros franceses -pioneros desgraciados como los califica Gérard Chastagnaret,- había permitido despertar a toda una región, relanzando un sector de actividad que constituyó una fuente de riqueza. En 1878, a pesar de sus avanzados puntos de vista, la Corte de España concedió a Deligny, como recompensa por sus servicios, el título de Conde de Alosno. Pero según relata L. L. Vauthier, él no le daba importancia a este nombramiento.

En 2007, el Ayuntamiento de Huelva decidía volver a rotular una de sus calles con el nombre de Ernesto Deligny. (A petición de Amigos de Tharsis) Esta ciudad, frecuentada antes de 1850 por apenas algunos barcos pesqueros, donde no llegaba nunca un navío, se había convertido a finales del siglo XIX, en uno de los puertos comerciales más importantes de España.

 
LA VUELTA A FRANCIA Y SU IMPLICACIÓN AL SERVICIO DE PARIS

Su vuelta a Francia se hizo progresivamente, con una etapa en el viñedo Bordelés, al norte de Libourne. Entre 1862 y 1866 se encuentra todavía en España, ocupado en la construcción de un muelle de carga en Huelva para el mineral de Tharsis.

En 1863 publicó Apuntes Históricos sobre las minas cobrizas de la sierra de Tharsis (Tartesis Bética) en la Revista Minera, texto que fue reeditado en Glasgow en 1953 bajo los auspicios de la Tharsis Sulfur and Copper Company que todavía existe. En los Apuntes relata la historia de las minas de Huelva desde la época fenicia, y cuenta cómo y por qué acudió a inspeccionar las minas de la provincia. Su descubrimiento de lo que él llamó Tharsis, y el argumento utilizado para bautizar con ese nombre a las antiguas minas, laboradas ya por fenicios y romanos. Las concesiones solicitadas, y los comienzos de la explotación hasta 1860.

En 1864 devolvió al Museo de Artes y Oficios la rueda romana de desagüe de la mina de Santo Domingo. En esa fecha estaba domiciliado cerca de Paris, el nº 15 de la Vieja Carretera a Neuilly. En 1868, en el anuario de los viejos alumnos de la Escuela Central, se declara cultivador vinícola en el Castillo del Arco, por San Denís de Pile (Gironde), dando una nueva dirección en París, el nº 18 de la calle Francisco I. El Castillo del Arco fue la propiedad del padre de Luis Carlos Decazes, Elie (1780-1860) ministro de Luis XVIII y fundador de Decazeville en 1822.

Antes de 1870 es propietario y director del periódico La Tribuna de Burdeos. Habiendo estallado la guerra de 1870, fue, en 1871, miembro de la Comisión de abastecimiento para la defensa de París, lo que le valió la Cruz de Caballero de la Legión de Honor en 1891.)

Esto fue el principio de la última parte de su vida, durante la cual se consagra al servicio de París. En 1874 fue elegido consejero municipal, sin interrupción hasta 1893, del barrio de La Puerta Dauphine (en París).

Su actividad parisina merecería un desarrollo particular. De 1875 a 1878 ocupó el puesto de síndico de la Asamblea. Republicana, pero independiente. Rehusó constantemente tomar parte en discusiones políticas y sólo se ocupó de cuestiones municipales, donde colaboró con L.L. Vauthier (1815-1901).
Furierista que se había ilustrado en Brasil, donde había trabajado en el desarrollo de Pernambuco (Recife) durante seis años. De vuelta a Francia, elegido diputado en 1849, implicado en los sucesos de junio de 1849, fue excluido del cuerpo de Puentes y Carreteras. Encarcelado, y después desterrado de Francia en 1855, fue amnistiado en 1859. Practicó la actividad de ingeniero civil en Europa, después en Francia. Elegido Consejero municipal en 1871, donde permaneció hasta su muerte, fue un miembro influyente de la Asamblea, interviniendo en todos los problemas técnicos que presentaba el desarrollo de una gran ciudad. Constituyó, junto con Deligny, el núcleo de consejeros con quien se podía dialogar, enfrentarse con una administración muy poderosa, teniendo en cuenta el estatus particular de París. Redactó su reseña necrológica para la SCI.

Presidente de la Comisión de Aguas y Alcantarillado, Deligny solicitó el desarrollo del suministro del agua potable de fuentes y ríos, y su distribución en los edificios. La finalización de la red de alcantarillado, y la mejora de los muelles del Sena en la travesía de París. Votó por la creación de institutos de chicas, y por viviendas baratas. Estuvo muy implicado también en el problema del transporte: en el proyecto de la Estación Central, del metropolitano, y en el desarrollo de los tranvías. Es autor, además, de más de 18 informes sobre estos temas, entre 1883 y 1891; catalogados en la Biblioteca Nacional de Francia. Allí aparece anotado, además, su informe en 1878 sobre la cesión por la villa de París de los terrenos necesarios para la construcción de la nueva Escuela Central. Se había convertido en una voz muy respetada, tanto en el Consejo Municipal como en el Consejo General del Sena, sobre todo lo que concernía al desarrollo de París y el bienestar de sus habitantes.

Moriría en el castillo del Arco, en Gironde, el 15 de noviembre de 1898.

INGENIEROS COMPROMETIDOS Y FILANTRÓPICOS

A través de las vicisitudes y éxitos de su carrera, se puede, con un sólo examen de las acciones emprendidas y de los objetivos perseguidos, reconocer los valores que encarnaron esta existencia: creencia en el progreso material para mejorar las condiciones de vida de la población, con el desarrollo de los transportes, de la industria, de la higiene, y de la educación.

Se encuentra, con su orientación política republicana, una similitud con un hombre como Emilio Muller (1844) calificado en el momento de su muerte, en 1889, como “soldado del progreso” por Eiffel. En el Consejo municipal de París, otros Centralistas -como Eugenio Parisse (1877)- compartían en particular sus preocupaciones por la educación.


FIN

jueves, 21 de mayo de 2015

DELIGNY, UN INGENIERO DEL SIGLO XIX. 1ª Parte

Se cumple por estas fechas el 195 aniversario del nacimiento de Ernesto Deligny. Publicamos ahora en Facebook el trabajo del historiador  Jean-Louis Bordes, que ya habíamos  publicado en 2011.       El original está escrito en francés, y aunque somos responsables de esta traducción,  lo pueden consultar aquí.   

******************

Ernesto Deligny, un ingeniero del siglo XIX: 1820-1898

La vida de Ernesto Deligny ocupa la mayor parte del siglo XIX. Su carrera de ingeniero se inscribe en el 2º periodo de la Industrialización. Caracterizado por la variedad de sus actividades, los lugares donde se desarrolla, y los compromisos que le sustentan. Del tipo de ingenieros que formaba entonces La Escuela Central de las Artes y Manufacturas, fundada en 1829. Aunque no disponemos de toda la información que hubiera sido deseable, pensamos que era necesario hablar de esta aventura humana y técnica.

Origen y Formación: 1820-1842.

Ernesto Deligny nació el 4 de mayo de 1820 en París. Su padre, Fernando Deligny, comerciante, vivía en el nº 18 de la calle Basse de Orleáns, en el barrio San Denís. Su madre fue Margarita Ardaillon. Al menos se le conoce un hermano. En la época de su entrada en La Escuela Central, su padre es propietario en Calonges (Cantón de Autrey) en Haute-Saóne. Parte de sus estudios los realiza en el Colegio de Gray, del mismo departamento, desde 1835 a 1839.

Volvió a la Escuela Central de Artes y Manufacturas el 4 de enero de 1840, después de haber superado un examen de admisión el 4 de septiembre de 1839.

De allí salió el 15 de agosto de 1842, Diplomado en la especialidad de Metalurgia. No se sabe con qué rango. La promoción constaba de 48 alumnos, de los que 29 fueron Diplomados, los otros Certificados (cualificación de menor relevancia). 120 alumnos habían sido admitidos en 1840. La selección a estos estudios había sido dura. Sus compañeros de promoción se llamaban, Arquembourg, Bishoffeim, Gouvy, Hartmann, Koechliln.

El joven ingeniero: 1842-1850

Dirigió su salida profesional hacia la industria de los ferrocarriles, que constituía en ese tiempo un camino lleno de futuro, sinónimo de progreso. Desde su salida de la Escuela en 1842, trabaja como ingeniero en el estudio del ferrocarril de Dijon a Besancon. Aquí estuvo poco tiempo, pues en 1843 se convertía en ingeniero de los ferrocarriles de Saint-Germain y Versalles, con la categoría de Jefe de Sección; bajo las órdenes de Eugenio Flachat, quien lo había contratado. Estaba pues, integrado en un prestigioso equipo, de ideas San Simonianas. Y de notable repercusión en los ferrocarriles, la ingeniería civil asociada, y las fábricas metalúrgicas. Llegó a tratar, entre otros, con Jules Petier (1832), y Alexis Barrault (1836), quienes marcaron su época.

En 1845 simultaneaba el trabajo de ingeniero en la línea Paris-San Germain, colaborando en los trabajos del ferrocarril atmosférico de Pecq a San Germain,  así como en la estructura de la estación San Lázaro. Participando en la construcción de la parte más antigua de la estación, que aún existe, formada por cerramientos y ensamblajes. O en la reconstrucción del puente de Asnieres.

En su necrológica, se lee “En 1848, Deligny fue el responsable de los trabajos de reconstrucción y mantenimiento. Demostrando su pericia para restablecer en muy poco tiempo tres vías del gran puente de Asnieres, que el 2 de marzo los barqueros del Sena habían incendiado, así como otros menos importantes. En sólo dos días presentó el proyecto y los materiales para la obra. Los trabajos se iniciaron el 4 de marzo, y 15 días después la circulación podía restablecerse. Esto fue una gran hazaña en aquella época”.              

Participó a continuación en los estudios del "Puente en hoja", obra que debía estar finalizada en 1852. En el mismo año de 1848, era miembro fundador de la Sociedad Central de Ingenieros Civiles de Francia, nombre inicial de la SCI; y miembro del Comité de la Sociedad desde 1850 a 1851.

LA AVENTURA ESPAÑOLA: ferrocarriles, minas y arqueología, 1850-1869

Era imposible un desarrollo interesante de su carrera en el marco de expansión de la Cía. de Versalles, ya que no obtuvo la concesión de la línea del Oeste. Ello, y el interés que los financieros franceses habían puesto en los recursos mineros españoles, y especialmente en los carbones de Asturias, le impulsó a viajar a España. En 1850 participa como ingeniero en la construcción del ferrocarril Langreo-Gijón. Siendo director de las minas de hulla de Langreo.

Se puede pensar que los sucesos de 1851, (el golpe de estado de Luís Napoleón Bonaparte), del 2 de diciembre, y del régimen político allí instituido, han pesado en la decisión de su aventura española.


Continuará...

jueves, 14 de mayo de 2015

El acceso al Lagunazo, 2




Al parecer, este asunto ya se había hablado con el alcalde de Tharsis, pero sin obtener una respuesta que justifique esta decisión: ¿Por qué se hace? ¿Es mejor, o peor, para preservar un  Bien de Interés Cultural?
Sí nos informan, que poner impedimentos mediante una puerta para acceder al Lagunazo, fue aprobado en la Junta Vecinal. Y aunque el pronunciamiento de los órganos de gobierno es un proceder totalmente lógico, también entiende cualquiera, que algunos asuntos deberían trascender más allá  de la Junta Vecinal.
Porque a criterio de esa misma Junta, y sobre todo del alcalde, en el asunto de la segregación se implicó a todo el pueblo por activa y por pasiva, y la sensibilidad cada uno tiene la suya.  Para arrasar nuestro Patrimonio Histórico, o para impedir acceder al Lagunazo, no contamos con opiniones ajenas. En la segregación, o si la Velada tiene que durar más o menos días, en eso no sólo piden opiniones, si no que las exigen.
Pues vaya proceder democrático.
Por nuestra parte, y como creemos que esa decisión no nos parece justa, mientras no nos expliquen los motivos, nos hemos dirigido al Delegado de Cultura en Huelva con el siguiente escrito:  

**********************************
 A/A  DEL EXCM. Sr. DELEGADO PROVINCIAL.
  
Según nos comunican vecinos de Tharsis, el carril de acceso a la mina del Lagunazo, situado a unos tres Km. del pueblo, ha sido cerrado con la instalación de una verja y un candado.
Este carril, que era el acceso desde Tharsis, y dejado de utilizar para actividades mineras, fue acondicionado para un perfecto acceso: en coche, en bici, o de paseo. Se acometieron  obras que en 2009 estaban finalizadas: el vallado de la mina; la construcción de un puente  pues el antiguo se consideró muy peligroso circular por él;  un mirador con  alguna mesa y asientos para reposo de los visitantes.
Igualmente, y sin explicación alguna, fue vallado con alambres de espino todo el contorno del poblado. Poblado nombrado “El Alosnito”, por Ernesto Deligny y que constituye un modelo urbanístico para la época.
Todas estas instalaciones eran visitadas regularmente por vecinos de Tharsis, Alosno y La Puebla, pues todavía viven familiares de quienes trabajaron allí. También por personas venidas de fuera,  y de Portugal.
Dado el interés histórico de las instalaciones, y para preservar su conservación,  el 27 de Junio de 2013, mediante resolución de la Consejería de Cultura y Deporte, se incoa procedimiento para inscribirlo en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Zona Patrimonial de la Cuenca Minera de  Tharsis-La Zarza.

Detallándose, entre los elementos individuales de interés:
-La Corta Lagunazo
-Los Canaleos
-El Embalse
-El Depósito de agua
-El Poblado “Alosnito”
-La zona de Calcinaciones

Entre las Instrucciones que dicta la citada Resolución de 27 de Junio de 2013, se citan las intervenciones aceptables para todas las áreas de la Zona Patrimonial.

1.1  b) Las actuaciones de conservación, restauración, rehabilitación o puesta en valor de las edificaciones e instalaciones incluidas en el ámbito de protección, así como su cambio de uso, siempre que redunde en beneficio de la recuperación de los usos históricos, asegure su conservación, o posibilite su uso y disfrute por parte de la ciudadanía.

1.4 a) Según lo dispuesto en el art. 19.1 de la LPHA, se entiende por   contaminación visual o perceptiva, aquella intervención, uso o acción en el Bien o su entorno de protección, que degrade los valores de un bien integrante del Patrimonio Histórico y toda interferencia que impida o distorsione su contemplación.

Esperamos un pronunciamiento de La Consejería de Cultura, para saber si esta actuación impidiendo el acceso a la Zona Patrimonial del Lagunazo es legal.
Y en caso que fuera legal que se arbitren mecanismos para su visita.
Igualmente, dado que acceder al Lagunazo hasta ahora era libre, se informe públicamente para conocimiento de aquellas personas que piensan viajar sepan a qué atenerse.   


Asociación Amigos de Tharsis Ernesto Deligny

jueves, 7 de mayo de 2015

EL CIERRE DEL ACCESO AL LAGUNAZO




Asistimos estos días a un nuevo atropello de nuestro patrimonio local: el cierre del acceso al lugar de interés cultural EL LAGUNAZO, por un particular. Es incomprensible como han tenido este atrevimiento, tanto el nuevo dueño de Cítricos Tharsis, como el Ayuntamiento de Tharsis con su consentimiento.
Retrocedemos en el tiempo para ver que esta forma de actuar no es nueva: Un  particular, Urbano, “compra” los terrenos de la "Utrera", por donde transcurre el camino norte del Lagunazo. Cierra la puerta que da hacia la romería de Tharsis y cierra el paso hacia el poblado antiguo, este ultimo sin candado.
Alguno de nosotros hemos vivido como ciclistas, las amenazas de los guardas de esta finca, cuando circulábamos por este carril de paso. Al día de hoy, no puede accederse ni siquiera al poblado ya que está cerrada la puerta con candado.
Otro particular, El Mono, tras aterrizar en Tharsis, corta el antiguo camino a San Benito, que pasa por "Agualobos" y la "Majada", sitios emblemáticos de nuestro pueblo. Para mas INRI, construye un pantano ilegalmente, cortando el paso tradicional, sin ofrecer ninguna alternativa. El camino sigue cortado al día de hoy, a pesar de las peticiones de mediación  que hicieron muchos vecinos a nuestro actual alcalde.
La llegada de Cítricos Tharsis, a la llamada Zona Industrial de El Lagunazo, no deja de ser polémica: cortan el camino intermedio hacia el Lagunazo, colocando puertas, que a los dos años cierran con candados para evitar el paso de viandantes. Además, ocupan varias decenas de hectáreas de la zona publica de El Lagunazo, en manos de nuestro ayuntamiento. Ello hace que se tenga que llegar a un acuerdo para que estos terrenos sean canjeados por otros más cercanos al pueblo, concretamente el triangulo entre ITV, carretera de la puebla, y madroñal; zona conflictiva por encontrarse llena de huertos cedidos por la antigua Compañía a sus trabajadores con consentimiento.
Por otro lado, los planes de recuperación de zonas mineras degradadas se ejecutan en dicha zona de El Lagunazo con actuaciones publicas considerables, encaminadas a una mejora paisajística y turística de la zona, llegándose a proponer incluso un uso alternativo de las salas de maquinas del pantano. Se rehace el carril sur de acceso al Lagunazo y a la corta, se construyen miradores, e incluso se vallan accesos peligrosos. Se facilita el uso público al pantano y la mina, aunque el poblado sigue cerrado.
A finales del año pasado se "mascó" un acuerdo entre Alcalde y este nuevo empresario (que ya es bien conocido en Campofrío por sus malas formas). En él, se alquilaban todos los terrenos públicos que tiene la entidad alrededor de El Lagunazo, unas 200 hectáreas aproximadamente, y que ya en parte habían sido ocupados por Cítricos Tharsis. 
Este oscuro acuerdo, por unos 25 años, hace que los derechos de caza de los socios de aquella zona, sean retirados de un plumazo, sin contar siquiera con ellos, lo cual provoca malestar en muchos.
Existía un acuerdo por el que Ayuntamiento y Cítricos Tharsis canjeaban los terrenos públicos ocupados alrededor del Lagunazo, por la esquina de terreno existente entre ITV, carretera de la Puebla y Tubería de agua de acceso al Madroñal. Este, como decimos, es  un terreno ocupado en su mayor parte por huertos cedidos a los trabajadores por la antigua Compañía Minera de Tharsis. (asunto de los huertos)
La gota que colma el vaso es la colocación sistemática de vallas y puertas cortando los accesos al "Pinillo" y recientemente el paso al Lagunazo.
Podemos apreciar, cuando menos, un trato de favor a un particular por parte de nuestro Alcalde, con tal oscurantismo, que hacen sospechar de su legalidad.
Si es esta la forma en la que pretenden financiar la Entidad Local, a este paso las nuevas generaciones no sabrán si Tharsis fue una mina, o un accidente geológico provocado por nuestro ayuntamiento.

CONCLUSION

Nuestro alcalde no tiene bastante con haber destrozado y vendido nuestro patrimonio,  también consiente a quien nos prohíbe visitar otro lugar histórico tan unido a nuestra Historia como es el Lagunazo.
¿Acaso el acondicionamiento de aquella mina, para que pudiera ser visitable, no se hizo con el dinero de todos nosotros, entre otros? ¿Por qué permite el alcalde de Tharsis que un particular se adueñe de lo que es de todos?
Ya permitió en su día que se vallara el recinto del poblado “El Alosnito”, considerado un ejemplo urbanístico en su época. Pero ese despropósito consentido, era pequeño para los que ha seguido cometiendo después. Por qué, a sabiendas que las instalaciones industriales de Tharsis reunían unas condiciones, por su ubicación y concentración, para convertirlas en un Museo al aire libre de 1ª categoría, ha permitido que se arrase Talleres, La Estación, La Central Eléctrica, La Planta de Creosota, La Planta de Trituración, y las locomotoras Alsthom.     
 Si la cuarta parte de los redaños que dice tener para conseguir la segregación, la hubiera mostrado en conservar nuestro Patrimonio Histórico, Tharsis sería  hoy día una visita obligatoria para contemplar la  “Revolución Industrial” que propiciaron las compañías extranjeras desde mediados del XIX.
Pero donde no hay, poco se puede esperar. Muchos son los atropellos cometidos para borrar nuestro pasado, que otro más y los que vengan, le parecerán  insignificante.
                                                      
                                                            ******************
Esta es la entrada que publicamos en nuestro blog el 3 de Abril de 2009

 VISITA AL LAGUNAZO

El pasado domingo, 29 de Marzo de 2009, estuvimos en el Lagunazo. Hacía tiempo que no íbamos por allí, así que cogimos la cámara para relataros un poco lo que vimos. La carretera, aunque no está asfaltada, permite una buena circulación en coche. Llega hasta la mina y junto al poblado; incluso han construido algunas mesas para quienes proyecten pasar allí un buen rato y vayan provistos de comida. Todo el perímetro de la corta está cercado con alambrada y, al parecer aún continúan con tareas de rehabilitación.
Quienes queráis interpretar mejor las fotos que exponemos, e imaginaros la distribución de las instalaciones, deberéis leer el documento que está en nuestra página Web: SOCIEDAD DE MINAS DE COBRE DEL ALOSNO. Su lectura os ayudará a situaros y comprender el contexto.
Unos cientos de metros antes de llegar al Lagunazo, y frente a donde estaría el área de calcinación, parte un carril que llega al muro del dique, pero a la derecha lleva a la instalación del sistema de bombeo que la "Compañía", La Tharsis Sulphur, instaló para la depuración y bombeo del agua que suministraba a Tharsis. Un depósito importante para recoger el agua estaba junto al edificio de la posada, “El Pilón”, después se construyó el del campo de fútbol. Estas conducciones de agua, lo recordareis todos, se hacían en tuberías de hierro fundido. También recordareis que pasaban por el huerto “El Buche”, y cerca del Matadero, donde se podían contemplar porque se apoyaban entre unos pilares, construidos salvar el agua que arrastraba el barranco.
La explotación de esta mina, ya lo dice Deligny, se remonta a épocas fenicias y romanas, al igual que el resto de minas de la provincia. El nombre de Lagunazo también nos lo aclara el documento.
El declive de esta mina tuvo que ver con el asunto de las calcinaciones. Ni Deligny, ni nadie que representara a la Sociedad de minas de cobres del Alonso, se presentó al juicio que por el daño causado a la agricultura se celebró en el Juzgado municipal de Alonso, en Septiembre de 1888, ante D. Francisco Limón Rebollo.

Este asunto de las teleras es muy interesante, y no descartamos exponerlo en otra ocasión con más detalles. Aquí podéis ver las fotos de nuestra visita al Lagunazo, que hemos puesto junto con la visita a Filón Centro, pero separadas ambas para incluir en un futuro otros reportajes.   
                                              
                                                *************