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capítulos anteriores están colgados en nuestra Web aquí, con fotos del original.
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"Marc era Consejero
delegado. En 1974, durante la
Revolución , Marc se quedó encerrado en su despacho de trabajo
en Setúbal durante tres días. Marc es quien se ocupaba de todo el trabajo de
SAPEC, el vivía en Portugal."
(Madame Velge)
"Esos tiempos
fueron muy duros. Mi padre murió aquí, en esta casa, diez días antes del 25 de
abril (de 1974, Revolución de los Claveles),
el Sr. Truphême murió el año siguiente. En las fábricas, aquí en Setúbal, no
querían trabajar. Había huelgas casi todos los días y las empresas pasaron por
muchas dificultades. En determinado momento fui secuestrado y llegó a haber
disparos, pero no pasó de una anécdota. Las personas parecían niños pequeños.
Estuve casi tres días en
el despacho. Pero las personas iban a verme y me llevaban puros y comida. Esos
tiempos pasaron rápidamente. Hoy me llevo bien con toda la gente." (Marc
Velge)
"En cierto momento
secuestraron al Sr. Marc Velge en la fábrica de Setúbal, en los despachos de la
fábrica. Se quedó allí todavía unos días. Yo, aún así, fui allí para llevarle
unos puros a escondidas".
(José Henrique Semeão)
Para
nadie de la familia Velge fueron fáciles esos tiempos. Los acontecimientos eran
desfavorables para las familias propietarias de grandes negocios. Veían a su
alrededor cómo las empresas eran nacionalizadas, vieron amigos partir para el
exilio. Los negocios eran afectados en toda su totalidad y pasaban grandes
dificultades.
"Pues lo que
ocurría era lo siguiente: SAPEC vendía abonos, ¿no? Pues los agricultores, en
aquella época transformados en Unidades Colectivas de Producción, (Modelo colectivista de explotación
agrícola puesto en marcha en el Alentejo hacia 1975, pero sin éxito)
no pagaban. SAPEC también vivía su drama. ¿Cómo podían pagar a los trabajadores
si no cobraban? Pero ellos pagaban. El dinero venía de no se sabe dónde. Pero
pagaban. Nunca le faltó su salario a los trabajadores. SAPEC siempre tuvo
grandes financieros".
(José Henrique Semeão)
Pero
no era sólo en Portugal donde se sentían los signos de los tiempos. También en
España, en Tharsis, se acumulan dificultades que Frédéric, como presidente,
sigue de cerca.
"A finales de los
años 60 el clima de paz social comienza a cambiar. Todo cambió para peor y las
cosas comenzaron a deteriorarse. Es cierto que en Portugal las cosas fueron un
poco más suaves de lo que aquí en España. La gente aquí es más brusca, más
visceral. Los portugueses son un pueblo más dócil. Tuve muchos problemas aquí
en los años ochenta, que fueron, a mi parecer, mucho más graves que los que
sucedieron en Portugal, en Setúbal.
En 1975 salió una ley en España, que se aplicó a partir de 1978, que impedía que las empresas mineras en España tuvieran la mayor parte del capital en manos de extranjeros. La empresa de Tharsis era inglesa, había sido comprada a los ingleses y cotizaba enla
Bolsa de Londres. Tuvimos que hacer en ese momento una
estrategia de Spinoff, es decir, separamos la concesión minera de la parte
inmobiliaria. Tharsis PLC quedó como la parte inmobiliaria y la
comercialización de pirita, y al mismo tiempo se crea una nueva empresa, de
capital mayoritariamente español, sólo para explotar las minas de pirita: La
"Compañía Española de Minas de Tharsis", que pasó a cotizar en la Bolsa de Madrid. Todo lo que
no es industrial se quedó en Tharsis PLC. En ese momento el Sr. Frédéric Velge
se convierte en el presidente de la empresa Tharsis inglesa, y Consejero
Delegado de la Tharsis
española. El presidente de la
Tharsis española tuvo que ser ocupado por un español. Yo me
quedo como secretario general de ambas compañías. Cada una de las empresas
tenía negocios diferentes.
En 1975 salió una ley en España, que se aplicó a partir de 1978, que impedía que las empresas mineras en España tuvieran la mayor parte del capital en manos de extranjeros. La empresa de Tharsis era inglesa, había sido comprada a los ingleses y cotizaba en
La Tharsis inglesa
comenzó a dar valor a su patrimonio y la Tharsis española explotaba la pirita. También fue
un momento en el que aumentó muy fuertemente
la protesta social. Las huelgas eran constantes.
Llegaron a estar en
huelga cerca de 3.000 personas, el Club en Tharsis fue destruido y hubo cerca
de 32 vehículos quemados. Tuve que enviar a mi familia a Madrid, mi casa fue
robada varias veces. Entre 1982 y 1984 viví aquí grandes problemas". (Günter
Strauss).
Aún así, ante la adversidad, el grupo no deja de buscar soluciones con el fin de rentabilizar su negocio.
Aún así, ante la adversidad, el grupo no deja de buscar soluciones con el fin de rentabilizar su negocio.
"Fue entonces
cuando desarrollamos, en colaboración con un grupo británico/canadiense (que
tenía el 40% y un grupo belga que tenía
el 10% del negocio) el proceso de separación del Oro y la Plata. Por cada
tonelada de Pirita se conseguía obtener 2 gramos de Oro y 5 gramos de Plata. Los
resultados fueron muy buenos en general. En ese momento el precio del oro en el
mercado mundial era alto, pero los precios de la pirita fueron a caer
bruscamente y de manera constante". (Günter Strauss)
Mientras
tanto Frédéric Velge continuaba con sus negocios en SOCFIN. Pero su voluntad de
participar siempre en nuevas experiencias lo llevó en 1985 a iniciar nuevos
proyectos. Esta vez se aventuró en el riesgo de la prensa. Fue una intervención
fugaz, pero certera. Su objetivo, recuperar financieramente un grupo editorial.
"En la parte final
de esta etapa de Bélgica, mi padre apoyó a una familia belga, la familia Le
Hodey, para reanudar un periódico francófono. En Bélgica tenemos dos
poblaciones: los francófonos y los flamencos, y mi padre estaba perfectamente
convencido de que era importante que la Bélgica francófona continuara sobreviviendo.
Y hubo un momento, en el
que los dos grandes periódicos francófonos belgas que eran: "La Libre Belgique "
y "La Dernière Heure-Les Sports" estaban muy mal
económicamente. Estaban a punto de cerrar. Entonces mi padre apoyó la
iniciativa de Le Hodey, y juntos retomaron y desarrollaron el negocio.
Instalaron una nueva imprenta. Mi padre era muy aficionado a esta parte de los
periódicos". (Antoine Velge).
El
grupo "Bélgica libre" era un grupo que tuvo su génesis a principios
del siglo XX y pertenecía a una familia pudiente, la familia Brébart (*25).
En los años 70 se habían realizado varios negocios poco afortunados. El grupo
de prensa tenía grandes deudas y un parque de maquinaria obsoleto. Durante
varios años no se habían realizado inversiones.
A
inicios de los años 80 François Le Hodey, procedente de una familia de valones,
de tradición católica, encontró a Frédéric Velge. Buscaba apoyo a su proyecto
empresarial de reestructuración de la empresa de comunicación. Pretendía
aumentar el capital para sanear las finanzas y profesionalizar el cuerpo de
redactores. Velge era en aquella época accionista de la "Caisse
Privée", un banco que vino a prestar apoyo a este proyecto. Entre los dos
se desarrolla en los siguientes años una empatía y un acuerdo de principios que
llevó a que tomasen el control del grupo en 1985. Los dos mantuvieron la
tradición liberal de "La Dernière Heure" y contuvieron la tentativa
de manipulación política, objetivos que terceros pretendían alcanzar.
Concretado este proyecto, y estabilizada la gestión de la empresa en 1986,
Frédéric Velge
se aparta de la gestión y vende sus acciones. Una
vez más dio Frédéric Velge pruebas de sus capacidades como empresario. Un
empresario empeñado en la construcción de cualquier cosa que trajese bienestar
y prosperidad.
Mientras, en Portugal, a partir de 1981, comienzan a tomar forma los
acontecimientos que lo conducirán una vez más a la alteración radical de su
vida profesional y de su familia.
(*25) El primer
número de "La Dernière Heure" salió a los kioscos el 19 de abril de
1906.
“En 1981 contraté al Dr. Catroga (*26). Fui
yo quien le trajo a trabajar a SAPEC. Habíamos tenido una información de un
amigo, de un banco, de que el Dr. Catroga estaba disponible
para trabajar con nosotros". (Marc
Velge)
(*26) - Eduardo
de Almeida Catroga nace en São Miguel de Rio Torto, en Abrantes, el 14 de noviembre de 1942. Es nombrado Presidente de
SAPEC en 2002, después del fallecimiento de Frédéric Velge. Comienza su
actividad profesional en el grupo CUF en 1966. A inicios del 1974 es
nombrado administrador, situación que mantiene después de la nacionalización.
"Estábamos en abril de 1981, fui primero
contactado por el Sr. Marc Velge y después invitado por los Sres. Marc Velge y
Freddy Velge. Fueron ambos los que me invitaron en la Victor Cordon para venir
a SAPEC. Y en agosto de 1981 acepté compartir el puesto de Consejero Delegado.
SAPEC tenía como único Consejero Delegado al Sr. Marc Velge y, por tanto, SAPEC
pasó a tener dos Consejeros Delegados. Fue la primera vez que contacté con el
Sr. Freddy Velge.
Por aquella época había decidido no aceptar nuevo
mandato en la Vice-presidencia de QUIMIGAL (empresa pública que integró la CUF
nacionalizada) y reencaminar mi vida profesional. Tenía dos o tres opciones.
Había enviado mi currículum al Prof. Blondel, que era Presidente del Kréditbank
(banco con sede en Luxemburgo) para la posibilidad de que el banco tuviera un
representante en Portugal, y con el cual había contactado en calidad de
Director Financiero de la CUF. No sabía que él era a su vez administrador no
ejecutivo en SAPEC. Cuando recibió mi currículum, Blondel habló con Marc Velge.
"- Hay aquí un tipo que podría ser útil a SAPEC".
SAPEC estaba atravesando un periodo muy difícil.
Había perdido cuota de mercado, con las nacionalizaciones y con la Reforma
Agraria en el Alentejo. SAPEC era esencialmente fuerte en los abonos al Sur del
país. Y su cuota de mercado de abonos pasó de cerca del 25% hasta el 10 ó 15%.
En la época, los abonos se subvencionaban por el Fondo de Abastecimiento, que
retrasaba mucho los pagos. SAPEC sufrirá grandes quiebras de productividad en
las fábricas. En esa fase, la gran preocupación estratégica era la
supervivencia de la empresa de cara a los desequilibrios económicos y
financieros acumulados". (Eduardo Catroga)
Y
es la viabilidad de SAPEC, la empresa familiar creada por su padre Antoine y
por su abuelo Frédéric Jacobs, la que motivará a Frédéric Velge para afrontar
un reto más, y regresar a la casa matriz fundada por su padre y su abuelo.
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