jueves, 25 de abril de 2013

INFORME SOBRE LA COMPAÑÍA DE THARSIS. 1966




Un diario económico hizo público en 1966 un informe sobre la Compañía de Tharsis. Lo reproducimos en nuestro blog  porque forma parte de nuestro pasado y lo creemos interesante.
Este era el titular: "SITUACION Y PROYECTOS DE LA COMPAÑÍA EXPLOTADORA DE LAS MINAS DE THARSIS"
              
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Las ventas de piritas realizadas por la empresa Tharsis Sulphur and Copper Company, durante el pasado año de 1965, totalizaron 839.000 toneladas, lo cual representa una disminución de 29.000 toneladas en comparación con las ventas de 1964 que fueron de 868.000 toneladas.

La Tharsis Sulphur and Copper Company es la empresa escocesa que explota minas de pirita en la provincia de Huelva, yacimientos considerados mucho más ricos que las famosas minas de Río tinto.

La disminución de ventas en el ejercicio de 1965 se achaca a ciertas modificaciones en los pedidos de los compradores y a una climatología adversa para la producción de fertilizantes en Europa.

Esa coyuntura y el fuerte aumento de jornales decretado por  las autoridades españolas en octubre de 1964, seguido de otro aumento que se hizo efectivo a partir de abril de 1965, han hecho que los beneficios de la Compañía durante el pasado ejercicio no fueran tan buenos coma estaba previsto. Sólo el  incremento de jornales en 1965 supuso 68 millones de pesetas más que en 1968, lo que equivale a un aumento porcentual del 2,8 por 100. La empresa esperaba compensar los gastos con la subida del precio de la pirata para las ventas dentro de España, pero hasta ahora no ha podido conseguir la autorización para elevarlos, ya que existe un control gubernamental sobre ellos.

En cambio, los precios de piritas para la exportación aumentaron algo. Desde el 1 de Enero de 1965 se incrementó el precio en 50 pesetas tonelada y en julio del mismo año se produjo otro aumento en el precio internacional de 45 pesetas tonelada. Pero como la empresa tenía armados contratos de venta a largo plazo a los precios anteriores tuvo que mantenerlos. Así los aumentos no se han reflejado en el balance de 1966.

En cambio, la producción de piritas cupríferas y precipitados de cobre, aunque relativamente pequeña, se vendió a precios en alza, lo cual mitigó algo los efectos adversos de los gastos de producción.

 
DESARROLLO Y MODERNIZACION

La empresa escocesa ha establecido un programa  de desarrollo y modernización para el año actual y de cara al futuro. Durante muchos años la mina de Calañas ha sido la principal fuente de extracción de la Compañía. Pero ahora parece que serán las minas de Tharsis las que darán mayor producción, debido a la apertura de grandes yacimientos en el Coto San Guillermo. En Calañas se espera que este año se termine las instalaciones para desmenuzar y elevar el mineral.

En Tharsis se prepara una nueva explotación exterior de los cuerpos mineralíferos del Coto Filón Norte y del Coto San Guillermo. Las piritas se extraerán en grandes bloques y se bajarán a un nivel inferior, donde se desmenuzarán con las piritas de Sierra Bullones. Luego serán izadas al exterior. Las nuevas instalaciones para desmenuzar el mineral -de acuerdo con las necesidades del cliente-  se situarán en el mismo centro minero de extracción. Este sistema facilitará la carga de los minerales y permitirá una más frecuente utilización del transporte ferroviario de la RENFE. También está en estudio un proyecto para mejorar los transportes marítimos, lo que se conseguirá dando entrada a buques de mayor tonelaje con el consiguiente ahorro  de mano de obra. El ferrocarril privado de la Compañía, que une las minas con el puerto, ha recibido nuevas locomotoras Diesel, que podrán desarrollar mayor velocidad gracias a las mejoras realizadas en la vía férrea.

 
REDUCCION DE PERSONAL

A finales del año 1965, el Gobierno español dispuso que la Compañía podía, en la provincia de Huelva, retirar a todos los trabajadores mayores de sesenta años. Se concertó un aumento de las pensiones, a pagar conjuntamente entre el Gobierno y las compañías de piritas, y la Tharsis agregó cierta cantidad para hacer frente a situaciones de emergencia. A consecuencia de esta decisión se retiraron 140 empleados.
 

BUENAS PERSPECTIVAS

La compañía Tharsis considera que la venta de piritas presenta muy buenas perspectivas. El azufre es una materia prima esencial para las Industrias químicas, fibras artificiales, plásticos, papel, explosivos, colorantes, fertilizantes, y otras industrias.

La escasez mundial de azufre en los momentos actuales es de sobra conocida, y a ello se debe que el precio del azufre haya aumentado desde comienzos de 1965, en un 45 por ciento. Se espera que la escasez perdure durante algunos años, ya que la demanda de azufre para fertilizantes es suficiente garantía para que continúe y se sostenga el alza de precios. Por tanto la demanda de piritas también aumentará.

Según todas las probabilidades, la Compañía escocesa está en condiciones de mantener un incremento constante de su producción minera de piritas radicada en Huelva. Con esa esperanza ha decidido instalar un equipo moderno y eficaz que aunque supone una importante inversión, ayudará a una gran reducción de los gastos. La administración de la empresa llevará a cabo este proyecto sin necesidad de ampliar el capital ni de empréstitos a largo plazo.

 

jueves, 18 de abril de 2013

LA MINA DEL ORO DE THARSIS. EPÍLOGO



Después de publicar la última entrega sobre la “mina del oro de Tharsis”, hemos descubierto una publicación editada en 1940 del Ministerio de Industria y Comercio sobre, “Minería y Metalurgia de España”, donde se recogen datos referidos al periodo 1935-1938. Dedicando algunas de sus páginas al tema que hemos venido tratando y que por su interés reproducimos aquí a manera de epílogo.

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LA MINERIA Y LA METALURGIA EN 1935

ORO

La producción de mineral de oro de las minas de Rodalquilar, en Almería, ha experimentado un pequeño aumento con relación a  1934. Se han tratado, en efecto, en 1935, 20.479 toneladas de cuarzo, lográndose en el metal bullión un contenido de oro de unos 242 kilos, que, valorado al precio de ocho pesetas gramo, dan una cifra de 1.890.208 pesetas, contra 1.938.928 logradas el año anterior.  En noviembre de 1935 han comenzado los trabajos de investigación en los aluviones auríferos de los ríos Genil y Darro; pero es, sobre todo, en las instalaciones proyectadas por la Compañía de Tharsis, que se describen en la Memoria correspondiente a la provincia de Huelva, donde están puestas las mayores esperanzas para el aprovechamiento del oro que se encuentra en las tierras procedentes del filón Sur, que forma un banco de poca profundidad, lo que permite la explotación a roza abierta, y en extensión tal, que se calcula en 1.000.000 de toneladas la cantidad de tierra beneficiable, de color rojizo y de grano fino, que conserva en su profundidad el aspecto superficial. En el proyecto citado se calcula una explotación de 200 toneladas diarias, con excavadoras mecánicas de cuchara.

 

LA MINERIA Y LA METALURGICA  EN EL TRIENIO 1936-1938

COBRE, ORO Y PIRITA.

Aun cuando la producción total de piritas presenta en Huelva aumento en 1938, con relación a 1937, de 284.000 toneladas, habiéndose registrado en este último caso más de 600.000 de exceso sobre 1936, hay pequeña baja en la producción de pirita ferrocobriza.

La producción de cobre ha sufrido pequeña disminución también en su conjunto, pues aunque la cáscara de cobre desciende a 7.857, toneladas, contra más de 13.500 en 1936, el cobre blister presenta, por el contrario, aumento de 558 toneladas en 1937, y más de 600 en 1938, llegando en este último año la cifra de producción a 9.773  toneladas. Hemos comprendido en el mismo párrafo los minerales de oro y de cobre, porque, paralizada la explotación de oro de Rodalquilar y las investigaciones de los aluviones auríferos, puede decirse que la totalidad de las investigaciones y explotaciones de oro en España han quedado limitadas durante el periodo de la guerra a los importantes trabajos realizados para el aprovechamiento de las tierras procedentes de las monteras de las masas de pirita ferrocobriza en las minas de Ríotinto y Tharsis, que en 1937 consiguió 450 toneladas de concentrado de oro por flotación en la primera de las Compañías citadas, y 460 kilogramos de precipitados en la segunda.

Es en extremo interesante la descripción de los tratamientos que ambas Empresas de Tharsis y Riotinto realizan para la concentración del oro y la plata contenidos en las tierras procedentes, como ya hemos dicho, de la montera de los yacimientos, y de los cuales hay reconocida cantidad que excede del millón de toneladas, sólo en Tharsis. En la Memoria de la provincia de Huelva correspondiente a 1937 se inserta con todo detalle el procedimiento por flotación, previa trituración y molido fino del mineral, alcalinización y tratamiento por cianuro sódico, con mezcla de carbón vegetal, lográndose, después de las operaciones que se describen en esa Memoria, y que se ha creído conveniente transcribir íntegramente, que de cada tonelada de tierras cuya ley media es de 2,3 gramos de oro y 33 de plata, puedan extraerse 1,23 gramos de oro y 3,45 de plata, es decir, un rendimiento de 50 por 100 para el primer metal y 10,5 para el segundo, a causa de la menor solubilidad de este metal en el cianuro sódico.

El producto final que se obtiene es un concentrado que, una vez seco, contiene de 350 a 900 gramos de oro por tonelada y de 1.500 a 3.500 gramos de plata.

Se describe también en la misma Memoria el procedimiento de cianuración y precipitación subsiguiente, lográndose que el precipitado por tratamiento en horno de bórax y arena dé un producto final de 50 partes de oro y 900 de plata por cada 1.000 del mismo.

En 1938 no sólo han continuado estos importantes trabajos de beneficio de minerales auríferos, sino que han progresado notablemente, pues las 45 toneladas de concentrados que la compañía de Riotinto tuvo en 1937 se han aumentado hasta 1.227 en 1938. La Compañía de Tharsis ha triplicado también la producción que se lograra en 1937, pues en el año 1938 la cantidad de precipitado obtenida ha sido de 1.377 kilogramos, con 145 kilogramos de oro y 751 de plata.

Son, pues, las dos instalaciones de Riotinto y Tharsis de gran importancia, y es de esperar que a medida que se desarrollen las operaciones  de beneficio, se mejoren considerablemente los rendimientos obtenidos.

jueves, 11 de abril de 2013

LA MINA DEL ORO DE THARSIS, 1941. Y 3ª Parte


 
Ningún dato concreto hemos podido encontrar que se refiera a la extracción del oro en Tharsis por los fenicios. Nada hace sospechar que conocieran ni beneficiaran el oro que existe en las masas de piritas de los criaderos.

No obstante creemos que lo encontrarían en grandes proporciones en su estado nativo. Está demostrado que al convertirse las capas superiores de los criaderos de pirita en óxidos de hierro, estas capas se hacen más blandas y casi pudiéramos decir esponjosas. El oro, más pesado, se filtra a través del hierro concentrándose precisamente sobre la masa de pirita virgen, y así debieron hallarlo aquellos mineros, extrayéndolo sin grandes dificultades.

Los modernos conocimientos sobre la formación de los concentrados de oro bajo los crestones ferro- cobrizos, hacen recordar la vieja teoría del filosofo Artephio, que vivió allá por el 1130 antes de Jesucristo y que aseguraba en su “Libro secreto sobre la piedra filosofal”, que “el sol vivifica el suelo, algunos de sus rayos penetran más profundamente en la tierra, se condesan en ella y forma un metal brillante que es el oro”
 

LOS ROMANOS

Los romanos dejaron en Tharsis, como en toda España, indelebles huellas de su paso. Desde la obra de fábrica, hasta los más simples utensilios de uso domestico, se encuentran profusamente allí donde sentaron su planta los legionarios de Roma.

La Compañía de Tharsis ha formado un pequeño museo donde se fueron recogiendo algunos de los restos arqueológicos encontrados en distintos sitios de las minas.

El busto que reproducimos, tallado en mármol blanco, debió ser el monumento erigido a uno de los Cesares del Imperio. Hay también ánforas, objetos de cristal, hierro y cobre, de las más variadas formas, lucernas de barro y monedas de distintas épocas.

Las labores mineras debieron alcanzar un gran desarrollo. Se abandonan las explotaciones a cielo abierto, pues estarían ya casi agotados aquellos criaderos cuyas riquezas metalíferas aparecían a flor de tierra, y se hace necesario buscarlo a mayor profundidad.

Todos los cerros aparecen agujereados de pozos unidos a veces entre ellos por tortuosas y estrechas galerías, donde hoy le sería muy difícil arrastrase a un hombre, y que hace pensar en las penalidades que habrían de pasar los esclavos traídos para tal fin.

Esos trabajos debieron realizarse por el sistema llamado de “gavia”, que consiste en ir dándose de uno a otro el mineral arrancado en las profundidades de la sierra, y de las cuales sólo el último veía la luz del día.

Plinio habla de esta forma de trabajo para la extracción del oro.

Ya dijimos al principio que no se explica cómo pudieron los antiguos ir directamente a los yacimientos mejores. Estas galerías se ensanchan al encontrar uno de los llamados “riñones”, masa de mineral rica, y una vez agotado prosiguen nuevamente enrevesándose en la montaña hasta toparse con nuevos filones. Desconocedores de la brújula habían de guiarse por pozos o lumbreras que se encuentran a pocos pasos unos de otros, y a veces hallamos estos socavones superpuestos aprovechando la lumbrera superior para las explotaciones a nivel más bajo.

Estas galería debieron servirles igualmente para el desagüe y así aparece su trazado, estudiada de una manera asombrosa la inclinación del terreno.

Cuando el desagüe de los pozos no podía efectuarse por este sistema emplearon unas ruedas hidráulicas en forma de noria. En el criadero llamado del Norte se encontró una de estas instalaciones compuesta por 14 ruedas superpuestas en escalones, de las cuales solo las dos superiores estaban intactas. Se labraban generalmente en pino y encina, y nos consta que en las minas de Santo Domingo (Portugal) fue hallado uno de estos complejos mecanismos que se encuentra en tan buen estado que podría utilizarse hoy.

En el museo de Tharsis, al que hemos hecho referencia, figura una reproducción exacta de la encontrada en el criadero del Norte.

Pero nada de lo brevemente expuesto nos dice nada respecto a la extracción del oro, tema principal que motiva el reportaje, pues al igual que los fenicios, los romanos no nos dejaron tampoco datos históricos sobre el beneficio del codiciado metal.

Sus métodos de fundición estaban tan adelantados, que los hornos encontrados son parecidos a los que aún se utilizan en Cataluña y los Pirineos para la fundición del hierro, y las escorias tratadas nada tienen que envidiar, en cuanto a limpieza, a las que se obtienen hoy por los más modernos procedimientos.

Existen en los viejos montones de escorias unas matas que el vulgo llama metal “blanquillo”, y que según el señor Tarín corrobora, que los romanos no ignoraban el procedimiento de fundición de metales cupro-argentiferos con agregados plomizos en la copelación del plomo argentífero obtenido por este tratamiento.

Todo induce a pensar a la vista de las tierras calcinadas hoy en explotación, que no fue sólo el cobre y la plata lo que extrajeron de sus fundiciones los romanos, los últimos en explotar la riqueza aurífera de los criaderos, y aunque la leyenda conservó a Tharsis durante muchos siglos la fama de sus viejas “minas de oro”, hasta nuestros días no han sido posible conseguir los métodos de extracción que consiguieron hacer remunerados los trabajos.

Hay oro en Tharsis efectivamente. Más de lo que creen algunos y menos de lo que creen muchos. Esta es la conclusión a qué nos lleva el estudio de tema tan interesante.

Francisco Jiménez.

Huelva, Abril  de 1941

P.D.
Para ampliar conocimientos sobre el eficiente grado de desarrollo que alcanzó la minería en la época romana, y que tardaría siglos en recuperarse, pueden consultar aquí.

 

jueves, 4 de abril de 2013

LA MINA DEL ORO DE THARSIS, 1941. 2ª Parte



Continuamos con la crónica empezada el 28 de Febrero  sobre la Mina del oro de Tharsis y que habíamos suspendido.  1º para publicar el escrito de Francisco Gómez Soria, y 2º para dedicarnos a preparar el 160 Aniversario.
Francisco nos comunica que nos hará llegar la resolución que recaiga a sus denuncias.

Estrenamos también nueva portada del blog. Este es un cuadro de una entrañable vista de Tharsis pintado por Santiago Gallardo, que  nos hizo llegar su hijo Paco.

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LA MINA DEL ORO DE THARSIS, 1941. 2ª Parte

Los residuos ya calcinados los depositaban sobre el mismo terreno y estos son precisamente los que actualmente tienen en tratamiento la Compañía para extraerles el producto que ellos, por los medios rudimentarios que debieron emplear en aquella época, no pudieron obtener.

Desde la ladera en que se montaron las modernas instalaciones, contemplamos el intenso trabajo de los nuevos “buscadores de oro”. Las pequeñas vagonetas se cruzan en sucesión interminable, y a nuestra espalda el ruido ensordecedor de trituradoras, émbolos, y poleas, es una nota más en el bello paisaje mutilado que dora piadosamente el buen sol de primavera.

Don Juan M. Muir director de la Compañía, y nuestro buen amigo don Cayetano Salamanca, alto empleado de Administración, atienden con toda amabilidad nuestras preguntas, facilitándonos los datos precisos que anotamos cuidadosamente.

Los concentrados húmedos que se obtienen alcanzan una riqueza de 40 kg de oro y 350 de plata por tonelada, habiéndose conseguido algunos concentrados secos de 90 kg de oro y 800 de plata. Ya mencionamos la producción del último año de 1940 que alcanzó 303 kg de oro y 3.970 de plata.

La total purificación de los metales hasta convertirse en barras se verifica en Inglaterra, y su valor neto en libras esterlinas está obligada la Compañía a entregarlo al Instituto Español de Moneda Extranjera.

Como ejemplo del alto valor que alcanza los concentrados auro-argentíferos, hemos recabado datos de una de las últimas facturaciones de Tharsis: 1.367 kg en húmedo producen en cáscara 993 kilos de mineral y su importe asciende a 5.277 libras esterlinas.

Nada sabemos y nadie nos dijo cómo se obtienen los metales puros en Inglaterra. Por ello hemos de limitar nuestra información a los concentrados obtenidos en España, deteniéndonos allí donde las cajas precintadas desaparecen en las bodegas de un barco inglés.

La necesidad de fijar nuestra atención en las minas de Tharsis hace también que dejemos de consignar datos muy curiosos e interesantes relativos a Río Tinto y, en general, las posibilidades de explotaciones auríferas en la provincia de Huelva, la primera región productora de este metal en España, según los recientes estudios de la Comisión técnica designada a tal fin que preside  el prestigioso ingeniero don  Juan Hereza.
 
EL ORO DE THARSIS EN LA HISTORIA

Observando la complicada instalación, y los costosos procedimientos para lograr la relativamente escasa producción de metales nobles que hemos señalado, asombra pensar el profundo conocimiento que debieron tener los antiguos en aquellas remotas edades, para ir directamente a los yacimientos más ricos, encontrando y beneficiando con los más rudimentarios sistemas  las menas auríferas de que habla la leyenda.

Se ha puesto en duda que hubiese en realidad oro en Tharsis en tiempos de fenicios y romanos. Ya hemos explicado cómo la voz Tharsis era una expresión vaga más que un lugar concreto de la Turdetania. Aseguran algunos que la fama aurífera de Tartesio fue motivada a que en la ría de Onuba cargaban las naves fenicias, junto con el cobre de estas minas, el oro traído de Asturias y el estaño de las Casiterides.

Es indudable que fue principalmente el cobre lo que movió a los hombres de edades remotas a arañar nuestras tierras, encontrando después el oro como un inesperado regalo.

Entre los útiles encontrados en los viejos socavones de Alosno, figura un escoplo de piedra toscamente tallado, que revela la existencia protohistórica de trabajos mineros.  Corresponden por ello los primeros indicios de tales labores al principio del periodo cuaternario.

Nada sabemos de aquellas razas primitivas ni aún de la llegada a nuestro suelo de los llamados tartesios, pueblo íbero que ya los estimaba Estrabón "los mas doctos de los españoles, pues usaban gramática y monumentos escritos de mucha antigüedad, y poemas y leyes en verso de   6000 años ha, según dicen".

En realidad, son los íberos los que tienen la primacía de beneficiar los criaderos ferro-cobrizos de la provincia de Huelva, para lo cual emplearon conjuntamente instrumentos de hierro y piedra, aprovechando el procedimiento de trabajo de los nativos. Se supone que la calcinación casual de algunas menas, originó el principio de la fundición de los metales.

LOS FENICIOS

Dijimos anteriormente que los mercaderes fenicios conocían desde muy remotos tiempos las riquezas de Iberia. No está señalada con exactitud la fecha de arribada a nuestras costas de la emprendedora raza asiática. Herodoto dice que "en el VIII siglo antes de Jesucristo una nave de Samos cruzó el estrecho y llegó a Tartesos".

Imposible llegar a un acuerdo entre los diferentes autores que estudiaron el tema, aunque todo hace suponer que debió tener lugar XVI siglos antes de nuestra era, llegando desde África adonde huyeron después de la victoria de Josué.

Perdidas las hermosas tierras de Canaán, aquellos fenicios, gergeseos, y yebuseos, fundaron Tánger, y perseguidos por las tribus africanas, se asientan en las riberas andaluzas haciéndose fuertes en ellas.

Poco a poco las naves de Tiro y Sidón  comienzan a transportar colonos de la otra banda mediterránea, y se apoderan de toda la Tartesia activando de una manera intensiva la producción de los metales. Don Joaquín Gonzalo  Tarín, gran autoridad en la materia, del que hemos tomado muchas notas que nos guíen en el laberinto de aquellas edades, dice a este respecto:

"El engrandecimiento de la ciudad de Tiro se debió precisamente al satisfactorio resultado que tuvieron las expediciones de los fenicios a nuestras costas, y la época de mayor producción de metales debió corresponder al año 1013 antes de Jesucristo, o sea, el primero del reinado de Salomón, cuando las flotas del rey de Judea marchaban unidas con las de Hiran rey de Tiro, haciendo juntas su comercio en la gran región del país de los Tartesios"

De la época fenicia ningún rastro queda en Tharsis que nos sea conocido. Es de suponer que en el pequeño museo establecido por la Compañía deben de existir útiles de trabajo correspondiente a esta época, y que nosotros, poco doctos en la materia, no podemos clasificar entre los muchos vestigios romanos que allí se encuentran.

Entre los montones de escoria se señalan claramente dos épocas, fenicia y romana. A la primera pertenecen las capas inferiores, más rugosas y peor fundidas, y a las segundas las superiores, de un color negro metálico más compacta y con cristalizaciones en sus oquedades.

No se puede tampoco determinar la cantidad de escorias que corresponden a los fenicios, pues aparte de que, como hemos dicho, aparecen mezcladas con otras de épocas posteriores, muchas de ellas fueron refundidas de nuevo, arte ya conocido en aquel tiempo, pues Estrabón aseguraba que se refundían las escorias que sus predecesores habían dejado en las minas   de Ática.

Continuará...