jueves, 28 de junio de 2012

FUTBOL Y BANDERAS

                          

Parece que el fútbol despierta sentimientos patrios, al menos exteriormente. Proliferan banderas en balcones de nuestras calles y algunos jóvenes cantan que son españoles.
Por tradición no somos pueblo dado a manifestar públicamente opiniones o sentimientos, y menos cuando el símbolo que nos representan, la enseña nacional, ha sido manipulado políticamente. 
Aquí aceptamos la inquina que cultivan quienes desprecian todo lo que nos identifique cómo españoles. Hay manifestaciones que convocan los sindicatos donde las únicas banderas que aparecen son las de la extinta Unión Soviética, acompañadas de la desaparecida II Republica. En mítines políticos de la ultra izquierda sienten predilección por estas dos banderas con total desprecio por la que nos representa cómo nación Otras veces banderas palestinas son portadas por manifestantes españoles pero no la de nuestro país. Lo que nos convierte en la nación que más despreciamos nuestros símbolos nacionales. 
Este repelús es mayormente intenso entre quienes erradican nuestro idioma de las aulas, llevan décadas practicando el victimismo que tan buenos dividendos le proporcionan, y para no nombrar a la Selección Española la han bautizado como “la Roja”. Calificativo de unos corifeos que apoyan desde los medios sin percatarse en lo absurdo de la propuesta. Si es por la indumentaria más asiduamente utilizada cabria hablar de la rojaazulada, o azul y roja. Si es por los colores de la bandera cabria hablar de la rojigualda. Pero estos que desprecian a España les da igual entrar en contradicciones, defender cualquier despropósito, o manipular la historia; si luego lo llamaran “kultura”. 

La actual bandera de España fue establecida en 1785 por Carlos III (Carlo di Borbone)
Estableciéndose cambios únicamente en el escudo, donde en la I Republica se sustituyó la corona real por una corona encastillada. Y que fue mantenida en la bandera de la II Republica al igual que en los primeros años de la guerra civil por el bando nacional.
Desde el final de la guerra hasta 1981 la corona real fue sustituida por el águila de San Juan.
Ahora se pueden decir u opinar todo cuanto se quiera de la bandera española, pero lo mínimo es hacerlo con rigor histórico. También se puede manifestar desprecio por quienes se sienten representados por esa bandera, como hace el Ayuntamiento de Barcelona o el de San Sebastián, negándose a instalar pantallas de TV para que la ciudadanía pueda ver a la Selección Española de fútbol.

Solo nos queda ganarle a Italia (?).

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