jueves, 24 de mayo de 2012

LA FAMILIA


Recordando el tipo de familia que, allá por los años 60, configuraban la mayoría de la población de Tharsis, comprobamos que las circunstancias han cambiado bastante a las de hoy día. En aquellos años era frecuente ver núcleos familiares formados por 5 y más personas, teniendo sólo en cuenta a padres e hijos. En muchas otras, también los abuelos formaban parte del núcleo familiar.

Lo habitual  era que el padre trabajara y la madre se dedicara al cuidado de los hijos y del hogar. Y cuando convivían los abuelos, eran atendidos con igual cariño y aceptados como un miembro más, a quien queríamos y respetábamos.

Al ser la principal actividad la minería, todas las familias dependían de las viviendas que la Compañía destinaba a los obreros, que a partir de los “cuarteles” se fueron  adaptando a unos mínimos de comodidad. Así, en los años 60 ya estaban construidas la mayoría de las nuevas viviendas  que reunían requisitos de habitabilidad: Plaza de San Benito, C/ Doctor Fleming,  alrededores de la Iglesia. Aunque este asunto ha  constituido motivo de conflicto durante muchos años, similar al de otros poblados mineros.

Aun así, muchas viviendas no disponían de agua corriente y había que ir al grifo más cercano o al filtro para el consumo. Ni se disponía de cuarto de baño, donde el aseo, a falta de ducha o bañera, lo suplíamos con la palangana o la panera, y para las necesidades teníamos que andar a las letrinas que se instalaron en varios lugares del pueblo.

Aunque nuestras familias no disponían de lo mínimo si lo comparamos con los estándares  de hoy, sí se daba entre ellas una situación de armonía y convivencia que se hecha en falta hoy día en muchos aspectos. Familias donde aprendimos los valores que nos ayudaron a madurar y definir nuestra personalidad: esfuerzo, honradez, respeto. Y donde siempre podíamos acudir ante cualquier problema.

En los tiempos que corren, con las dificultades económicas y sociales que padecemos, la familia representa un salvavidas para tantas personas golpeadas por el desempleo, la enfermedad, o la marginación. Por eso recordamos con cariño a tantas familias que, aunque muchas ya no están entre nosotros,  lucharon para prosperar, y ante  situaciones adversas hicieron de la necesidad virtud.

Aquí le rendimos este pequeño homenaje.

 

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