viernes, 23 de julio de 2010

MINAS DE THARSIS

Visita a un emporio de riqueza (aún lo es) convertido en una chatarrería.

En 1999 tuve la oportunidad de conocer esta importante instalación minera de la provincia de Huelva, poco después de estar en Río Tinto, quedándome impresionado al ver que aún se podía admirar un proceso productivo de extracción, tratado y transporte de mineral hasta su centro de distribución en Corrales.



En aquella ocasión, y gracias a la amabilidad del jefe de la estación, pude hacer algunas fotos una vez vencida su resistencia, según él justificada, por las críticas que recibían en la prensa en cuanto al tratamiento de las instalaciones. Me contó que posiblemente ese año sería el último año de actividad ya qué, el único cliente de piritas que quedaba les había avisado de su intención de no comprar más. Y la verdad, viendo la situación de las instalaciones no había que ser adivino para comprender que la mina tenía los días contados.

Y así, cuando en 2001 regresé a este magnifico lugar con intención de grabar imágenes del ferrocarril, solo pude encontrar ruinas y más ruinas. Todo por los suelos, pisoteado y a expensas de los vándalos que no se conforman con llevarse objetos que les sean útiles si no que gustan de destruir por destruir. Y por supuesto, ningún control que pudiera frenar la desaparición de un patrimonio tan valioso y su uso futuro, para que igual que en otros cotos mineros, dar salida a un pueblo condenado a desaparecer.
Se tenía la ventaja de que parte de este material estaba en buenas condiciones, sobre todo si lo comparamos con lo que ha sucedido después.

He vuelto en años sucesivos y cada vez he visto como desaparecían más cosas; hasta la puesta en marcha del museo municipal donde se han preservado algunas de las joyas más importantes de la mina. Pero la más preciada, al menos para mí, se ha olvidado, y es la conservación de la infraestructura del ferrocarril. Sobre todo si se quiere en un futuro explotar como atractivo cultural y turístico ese legado que aún no haya sido desmantelado. Dudo que sean muchos los visitantes interesados en acceder, ya no digo pagando, a una sosa nave industrial, para ver separados de su entorno natural unas máquinas y vagones desprovistos de su habitat: la mina, su estación y los raíles. Es allí a donde deben volver en condiciones de uso. Qué menos para empezar, el tramo hasta Empalme. Me consta que al menos dos Alsthom están bien conservadas y podrían ser las que dieran algún día vida a este ferrocarril; si no llega alguien y las desgüaza. Algo parecido a lo que ocurre con los carriles en varios tramos de la línea.


¿Cuál es la diferencia entre Río Tinto y su actual circuito turístico, y Tharsis? ¿El tamaño de las instalaciones?, ¿Las comunicaciones?, ¿El número de habitantes en la comarca?, ¿Bellavista?, ¿El río Tinto?, etc. Podríamos pensar en cualquiera de ellas por separado o todas en conjunto y eso no justificaría la dejadez y falta de ideas para que cuando algo no interesa se opte por dejar que el paso del tiempo se encargue de justificar que ya nada se puede hacer con lo que nada queda.

Me resta la esperanza, a pesar de los tiempos que corren poco favorables para invertir en cultura, de que entre todos los que deseamos dejar un recuerdo a nuestros hijos sobre aquellos que con su esfuerzo y sudores labraron nuestro presente, consigamos que algo siga latiendo en Tharsis.

Juan Leante
                 
                                      **********

P.D.

Con este último artículo del amigo Juan, de quien tienen ustedes un enlace a su blog ACERO Y HUMO, en la columna de la derecha, nos despedimos de todos vosotros hasta el próximo 3 de Septiembre, que volveremos por aquí. Disfruten lo que puedan de sus vacaciones, y ojalá no tengamos que dar la razón a quienes auguran que nuestra situación económica aún no ha llegado al fondo del abismo. Suerte.

No hay comentarios: