martes, 30 de septiembre de 2008

TODOS ESPERAMOS



-Son jóvenes, pero trabajan para resolver su fututo.
-Viven con sus padres, pero hacen planes para el día después.
-Tienen dificultades para tener su propia vivienda, cómo todos.
-Son conscientes de su responsabilidad, pero se creen con fuerzas para continuar.
-Su seguridad es su esfuerzo, y lo saben.
-Ella lo tiene fácil, pudiéndose acoger a ese supuesto que alega el 97% sobre el peligro para su salud psíquica.
-Tampoco se notaria mucho entre los 100.000 que se producen en España.
-Ni hubiera tenido mayor inconveniente acudiendo a un hospital en el plazo de 72 horas.
-Tampoco lo hace por quienes anuncian que nuestra población ya ha entrado en recesión.
-Ni tampoco por no engrosar el negocio de mas de 40.000.000 de € al año que manejan las clínicas que se dedican a eso.
M y JM han decidido no abortar, y su familia no solo les apoya, es que están felices.

viernes, 26 de septiembre de 2008

NUEVAS FOTOS


Tenéis nuevas fotos en el ÁLBUM. [www.amigosdetharsis.es].Una nueva entrevista, con Juan Blanco. Otro DOCUMENTO HISTÓRICO. Y nuevo artículo en CRÓNICAS LIBRES. Estamos pensando pasar todas las fotos a otro programa, así las podríamos mostrar sin restarle definición. Los que estamos en esto no somos expertos, os pedimos paciencia.

HISTORIA DE PEDRO


HISTORIA DE PEDRO

Pedro recordaba que siendo niño su padre ya refería tener que marcharse del pueblo. Le escuchaba palabras de: "futuro", "posibilidades", "mejor para los niños". Palabras todas que tenían que ver con su familia; sus padres y sus tres hermanos.
Descubrió pronto que saliendo de la escuela Grande no cambiaria su suerte, al contrario. Las tareas que le impuso el padre para ayudar a la casa le resultaron penosas, pero las superó. Aunque su cuerpo no estaba del todo desarrollado, comprobó que sus manos habían encallecido. Eran demasiado ásperas para su edad.
Nada le empezó a preocupar más, que su destino quedase atado a aquella situación. Aprovechaba cada vez que el padre hacia referencias a la posibilidad de emigrar. Él era partidario de poner a toda la familia en camino, pero encontraba la resistencia del padre. No le veía la determinación que manifestara cuando niño.
Más de una vez dejó caer su idea de marcharse él solo. Despedirse un día de su familia y no saber si el futuro que ansiaba buscar no le depararía más miseria y menos posibilidades. Pero su deseo de marcharse aumentaba cada vez más.
Llegó el ansiado día. Junto con otros jóvenes de su edad, salieron todos del pueblo. Tenían que concentrarse en Huelva a una hora determinada. Se habían convertido en soldados de España.
Su destino lo conocía por haberlo escuchado a su maestro, Don Gonzalo. Iba destinado al Pirineo de Huesca. El que más lejos destinaban, si exceptuamos a Domingo, que lo destinaron a Canarias.
Sólo una vez acudió a su pueblo durante el servicio militar, pero a punto de licenciarse, ya tenía decidido quedarse en Barcelona. Un paisano le había escrito para que se encontraran en su casa del Carmelo.
Y allí comenzó en serio su vida laboral. Lo admitieron en un Almacén, dedicado al reparto de mercancías, pues el permiso de conducir que obtuvo en la mili fue fundamental para ocupar la plaza de conductor que dejaba libre Feijoo, un gallego a punto de jubilarse.
Frecuentó los ambientes de la Barcelona de los 70. En una sala de baile conoció a Mari Carmen; una chica que llevaba meses en Santa Coloma, que había emigrado con sus padres y una hermana, y se sentía tan sola como él.
A los diez meses de relaciones decidieron casarse. Se quedaron a vivir en el mismo barrio, donde había tantos desplazados de otras provincias. Muchos andaluces.
Pedro siguió prosperando en el Almacén, hasta el punto de establecerse por su cuenta, creando su propia empresa de transportes. Mari Carmen dejó el trabajo cuando tuvo el segundo hijo, pues sus padres no le pudieron prestar la ayuda que le prestaron para el primero.
Mari Carmen le contaba a Pedro los problemas que sus hijos tenían en el colegio. Este no podía dar crédito a lo que le contaba su mujer y decidió comprobarlo por su cuenta.
Solicitó, con una nota que sus hijos llevaron al colegio, hablar con la Tutora.
La Tutora era joven. La conocía desde pequeña, pues sus padres habían venido emigrados desde Jaén, siendo ella una cría.
Puntualmente se presentó en el Colegio y fue raudo a su despacho. Llamó a la puerta y entró en la sala. Junto a la Tutora había dos personas. A una la reconoció, era el Jefe de Estudios. La otra lo dedujo por las referencias que otras veces le había dado Mari Carmen: "la Directora es una señora pelirroja, que parece extranjera".
Pensó que era una suerte que, junto a la Tutora de sus hijos, estuvieran el Jefe de Estudios y la Directora. Así no tendría que repetirse de lo que pensaba decir a los tres. Adivinó mucha tensión en el ambiente y rectifico inmediatamente el comienzo de su frase. Se había dirigido a la Tutora con: "vengo a hablar contigo" por "vengo a hablar con Ud".
Después que hubo terminado de exponer sus quejas, y que los tres escucharon en silencio, la respuesta de la Tutora, "Anita" para él, llegó a sus oídos como un palmetazo dado por Don Francisco, otro maestro de su niñez. Aquella Tutora, a la que había tratado desde bien joven por la amistad que le unía a sus padres. Que más de una vez había visitado su casa del pueblo, camino de Huelva. Que tanto él como sus padres le tenían tanta afición a su paisano Valderrama. Que además le pusieron el nombre en honor de la Patrona. Aquella tutora le hablaba en catalán, y por más que pedía, por favor, que le hablaran en español, no consiguió que lo hicieran.
Pedro hablaba catalán con mucha soltura, y había entendido perfectamente lo que los tres le dijeran. Ese día, él y Mari Carmen, acabaron llorando en la cocina para que los niños no les escucharan. Y se plantearon lo que siempre habían rechazado, volver a su tierra.
Ellos, que huyeron de sus pueblos en busca de futuro, y lo encontraron en Barcelona, no podían entender que obligaran a sus hijos a estudiar exclusivamente en una lengua que no hablaban ni los propios que vivían en Barcelona.
Esta frustración le iba socavando su buen humor, y decidió, junto a su mujer, que regresarían al pueblo. Se establecieron en la capital. Su experiencia en el sector del transporte le abrió las puertas para recolocarse en su tierra. Los niños fueron a un colegio público de la ciudad. Los compañeros de clase, que sabían su procedencia, les pedían que les hablaran en catalán, pero ellos, al igual que sus padres, se prometieron no hablarlo jamás.
Pedro cayó pronto en la cuenta, que en la distancia había idealizado a su pueblo y sus habitantes, pero fue descubriendo mucha hipocresía y mucho conformismo.
Acabó sintiéndose extraño en la tierra que le vio nacer. No podía entender que aquí: el esfuerzo, el espíritu emprendedor, el arriesgarse en la vida, sean valores poco apreciados.
Otros paisanos le comunicaron que, en la empresa que dejó en Barcelona, se presentaron unos señores a decirles que tenían que catalanizar el rotulo que hacia años presidía la fachada, o de lo contrario serian penalizados.
Sus hijos acabaron la Universidad. Su mujer regenta un pequeño negocio, ayudada por uno de los hijos. Pedro, ya jubilado, visita su pueblo esporádicamente, pero confiesa que nunca se sentiría a gusto viviendo entre nosotros, pues ve muchas cosas con las que no podría transigir. Por eso se encuentra a gusto en una urbanización costera de nuestro litoral, donde le visitan sus hijos y nietos.

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“Los ciudadanos son quienes tienen derechos lingüísticos y no los territorios”
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lunes, 22 de septiembre de 2008

MÁS DEL ANDÉVALO




Ahora se buscan un chivo expiatorio para tapar el desmadre de la Mancomunidad.
Se pone el énfasis en los 7 millones de pesetas que cobra su director. Cómo si esta subida no fuera conocida y bendecida por los alcaldes que forman parte del Andévalo. Los mismos que ahora dicen escandalizarse, pero recomiendan a los afectados que resuelvan el problema dentro de la discreción.
Y es que la situación de crisis en el Andévalo, al igual que en Andalucía, estaba en la mesa de los despachos de nuestros jerifaltes. Ellos saben que Andalucía es la última, o penúltima, en los indicadores de Bienestar a nivel nacional. Ellos saben que idéntica relación existe entre el Andévalo y la provincia.
Nuestra comarca Andevaleña está tan castigada y humillada que mentir se ha convertido en un ejercicio más del poder. El pistoletazo dado por el Consejero de Empleo, D. Antonio Fernández, anunciando que en nuestra comunidad, el Sr. Chaves, iba a crear 500.000 puestos de trabajo en esta legislatura, fue el trágala que el presidente no se atrevió a dar.
Pero los datos para quienes se niegan a la sordera o a la ceguera que desde la Junta predican son otros: Más del 50% de los parados son andaluces. Disfrutando además los andaluces, en comparación con el resto de España, de la más baja renta familiar, de más bajas pensiones, y de menores salarios. Que unido a la deficiente formación profesional que se imparte en Andalucía, o a la pésima educación (ver informe PISA), los andaluces tenemos las más negras posibilidades para encontrar trabajo.
Cuando nadie quiere ver la realidad: Empresarios y sindicatos haciendo de palmeros para Chaves, medios de comunicación en los que se invierte cuantiosas sumas de publicidad institucional para domesticar cualquier disidencia, catedráticos y Universidades volcados en el cambio climático como panacea del saber universal. Lo tienen fácil para seguir mintiendo estos chiquilicuatre de la política.
En Andalucía no hay crisis, hay “circunstancias desfavorables”, y a los andaluces no nos afectará porque ya Don Manuel se encargara de ello.
Llegado el día que tengan que hablarnos de crisis, ya se encargaran de buscarse un chivo expiatorio: El Imperialismo americano, la deuda histórica, o por culpa de los Reyes Católicos y la Reconquista.
¡Y recurren a Herófito para sacarse las culpas de la pésima gestión de la Mancomunidad del Andévalo, vamos!. Pero el otro, que ha aprendido corriendo como se las gastan los del capullo, se diría que por menos de 7 kilos no pone el careto.
Cómo si no supiéramos que el PSOE domina el 65% de los Ayuntamientos, las ocho Diputaciones Provinciales, y la Junta de Andalucía. Cómo si no supiéramos que en el “cortijo” andaluz no se mueve una mosca sin que Don Manuel se entere. Estos “tíos”, que mienten como bellacos, encima nos toman por gilipollas.

jueves, 18 de septiembre de 2008

EN EL ANDÉVALO




"La Mancomunidad debe el sueldo de dos meses a 120 trabajadores"
Los afectados de los talleres de empleo dicen que “no podemos esperar”



Nos parece una indecencia que el Gobierno no tenga para pagar la mensualidad de dos meses a 120 trabajadores, y sin embargo tenga dinero para pagar rescates a terroristas (playa de Bakio). Que haya dinero para cambiar el uniforme del ejército, pero no haya dinero para inhibidores que salve la vida de los soldados. Que los trabajadores tengan que organizar caminatas para protestar, y que el presidente del Gobierno vaya a Londres para comprarse unas zapatillas utilizando un avión militar.
Que nos gobiernen despreciables sátrapas, que se gastan los dineros en sardinadas, birra y circo, pero no en pagar los sueldos.
Qué vergüenza nos da que nuestros alcaldes hayan estado cobardemente callados ante un problema que conocían desde hace tiempo.
Ante situaciones como esta nos viene a la memoria, y sálvese quien pueda, aquello de:” Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen”.
Esta carta que nos publicó la prensa hace meses, desgraciadamente vuelve a estar de actualidad.

POBRE THARSIS POBRE
Se me ocurre que tal vez la provincia de Huelva debería tener un protestódromo. Es decir, un lugar donde el personal pudiese protestar contra las cosas que le amargan la vida.
Sobre el nombre no haré sugerencias, pero sobre la ubicación no tengo dudas: debería ubicarse en el sitio que por tradición más lo merece, Tharsis.
Primero fueron los trabajadores de la extinta Cía. Minera, posteriormente los de la S.A.L.; les siguieron los trabajadores de la Planta de Oro y ahora les ha tocado a los trabajadores de Martín Caro.
Protestaron también quienes querían una incineradora y quienes queríamos lo contrario, y ya veremos si no hay que protestar en el futuro para que den una utilidad turística al ferrocarril.
Entre medias podrían haber protestado quienes trabajaban en la fábrica de plásticos, en Ecolami, o quienes han tenido que cerrar sus negocios por la falta de actividad económica; y si éstas no se llevaron a cabo no fue por falta de razones para ello.
Los eslóganes siempre vienen a ser los mismos: ¡Por la defensa de los puestos de trabajo! ¡Para que nos paguen lo que nos deben! ¡Por un futuro para nuestros hijos! Los resultados, lamentablemente, también terminan siendo los mismos: la pérdida de los puestos de trabajo y en ocasiones, la del dinero. Del futuro ni hablemos.
Esto es algo que se repite con demasiada frecuencia en la última década, y no precisamente porque los tharsileños sean especialmente beligerantes ni reivindicativos; es que lo que está ocurriendo allí es, sencillamente, intolerable. Tanto, que ha terminado por hacer desaparecer casi absolutamente el tejido productivo y las fuentes de empleo, dando paso a un desolador panorama de incertidumbre y miedo que poco ayuda para construir futuro alguno.
Las respuestas que las administraciones han dado al grave problema de Tharsis han sido respuestas equivocadas y contraproducentes. Se ha ignorado el problema de fondo dando soluciones paliativas y coyunturales, a lo que realmente es el profundo problema estructural de todo el Andévalo. Sabemos que el diagnóstico lo conocen con precisión las administraciones, pero aún así continúan insistiendo con un tratamiento erróneo que sólo actúa sobre los efectos, dejando las causas tal cual para que, como puede verse, continuamente se repitan los conflictos.
Lo que Tharsis y la comarca necesita no es que se subvencione el ocio inactivo, el trabajo negro, o a empresarios sin vergüenza ni escrúpulos, sino reforzar la economía de la zona con agua, y con la incorporación de sectores activos que como el turístico incluyan los valores de las zonas mineras y que hace tiempo venimos demandando desde la Asociación de Amigos de Tharsis Ernesto Deligny.
Lo que Tharsis y la comarca necesita no es que se les dé un billete gratis a quienes quieren abandonar el entorno, sino fijar la población mejorando las dotaciones y garantizando un nivel de servicios adecuados y suficientes. No se necesitan soluciones insostenibles como la de tapar con dinero público la boca de quienes protestan, sino que con esos y otros recursos, se hubiese combatido con energía y eficacia las debilidades que padece la zona, para al menos haber iniciado la necesaria diversificación del tejido empresarial, que debería aumentar las fuentes de riqueza y empleos alternativos a los tradicionales y el desempleo.
Mientras no se planteen medidas que actúen realmente sobre los sectores estratégicos que pueden sacar a flote a Tharsis y al Andévalo, seguirán produciéndose tragedias humanas como las que hoy padecen los trabajadores de Martín Caro, y con las cuales nos solidarizamos todos los Amigos de Tharsis.
Lo demás, siento decirlo, son pamplinas para embaucar al personal.

lunes, 15 de septiembre de 2008

FIN DE SEMANA CULTURAL


Como ya habíamos anunciado, los días 4 y 5 del pasado mes de Julio se celebró en Tharsis el fin de Semana Cultural, organizado por nuestra Asociación. Si a la conferencia del Dr. Ortiz, y a la proyección del documental de D. José Luis García, acudieron muy pocas personas, más visitas recibió la exposición de fotos antiguas. Quienes asistieron nos manifestaron que todo había sido muy interesante, lo cual, es lo que verdaderamente importa; que guste a quienes se interesan por estas cosas.
Ya nos hubiera gustado que las palabras del Dr. Ortiz, así como las de la Dra. Ferrero, hubieran llegado a oídos de muchas más personas, pues pocos conferenciantes, de tan alto nivel académico e investigador, han pasado por Tharsis.
Pocos pueblos se han permitido, que autores de documentales de su historia más reciente como: EL ÚLTIMO TREN, o EL TREN MINERO DE THARSIS, accedieran a su estreno en Tharsis. Y todo ello con coste gratis total para el municipio.
Y en pocos pueblos también, sus autoridades han manifestado tanto desprecio por conferenciantes y por autores de documentales. Así es la vida

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿SÍNDROME POST VACACIONAL?



Enhorabuena a todos, los que hayáis disfrutado de vacaciones, y los que por unas circunstancias u otras no hayáis disfrutado tanto.
Parece que los entendidos no se ponen de acuerdo en el número de afectados que declaran padecer algún tipo de trastorno después del periodo vacacional. Ni en catalogar tal asunto de síndrome.
Al menos, los servicios de urgencias, o los dispositivos de Atención Primaria, no registran consultas achacables a trastornos producidos por la vuelta al trabajo. Este seudo-síndrome, según algunos, se enmarca en el lógico reajuste a los hábitos que teníamos antes de las vacaciones. Y esto, ni debe crearnos problemas, ni es necesario recurrir a ningún experto.

Nuestro propio organismo se ira adaptando al ritmo que habíamos alterado con las vacaciones.
También nos recomiendan, que para estas circunstancias, al igual que para otras muchas, hemos de aplicar aquello de: "prevenir es mejor que curar". Es conveniente asumir, antes del comienzo de nuestras vacaciones, que hemos de volver al mismo lugar, a realizar las mismas tareas, a relacionarnos con las mismas personas. Y esta adaptación o reajuste opera en nosotros de forma inconsciente. Otra cosa bien distinta, es que nuestro puesto de trabajo, nuestras tareas laborales, nos resulten más o menos gratificantes, o incluso desagradables.
Esta circunstancia es la que arrastran muchas personas, desarrollar tareas que consideran alienantes. Y esto ocurre igualmente a quienes trabajan fuera de casa como en el hogar. Las consideradas "amas de casa" pueden interiorizar como una liberación escapar de la rutina del día a día, por lo que volver a lo mismo, después de las vacaciones, les puede resultar hasta molesto.
Dicen también los entendidos, que vivimos aislados en la multitud, lo que conlleva problemas de adaptación, provocando que en nosotros se disparen algunas alarmas. Emitimos señales reclamando la atención de los demás, que se fijen algo en nosotros.
Otros, los más inflexibles, hablan que somos todos unos "quejicas", que andamos disfrazando de enfermedad algo a lo que el ser humano se lleva sobreponiendo toda su vida. Que las situaciones de estrés, no solo las provoca la reincorporación a las tareas que habíamos abandonado; mucho más las provocan los problemas a los que diariamente nos tenemos que enfrentar, y que suelen ser más imprevisibles y más trascendentales que las vacaciones. Y si nos quejamos por un problema menor, cuando tengamos uno que merezca tal nombre, qué será de nosotros.
Pero no hay que ser pesimistas, pues si miramos para atrás, todos sabemos que nuestros padres afrontaron circunstancias, por lo general, peores, y lograron sobrevivir. Y nosotros no vamos a ser menos.
Démonos ánimos también, porque al incorporarnos de las vacaciones no nos tenían preparadas otras, pero indefinidas, y en contra de nuestra voluntad; como sí les ha ocurrido a personas que conocemos. Para ellos sí que pedimos la mayor fortaleza.

jueves, 4 de septiembre de 2008

EL CUENTO DEL FERROCARRIL




Con el silencio del Alcalde de Tharsis, que anunció haber comprado el trazado del ferrocarril minero y su concesión administrativa hasta el año 2069 por 300.000 €, se ha desmontado otro tramo del ferrocarril, entre Gibraleón y Corrales. Esta vez para instalar postes del tendido eléctrico. Y los raíles, suponemos, que vendidos por chatarra. Otro tramo más puede estar en peligro, por el acondicionamiento de la carretera 495, entre Gibraleón y San Bartolomé. Calculamos, que la chatarra que proporcionaría desmantelar el ferrocarril, arrojaría un negocio superior a 1.500.000 € . Lo cual nos lleva a maliciarnos, que oscuros intereses planean sobre el ferrocarril. Pero no os lamentéis, porque a cambio nos van a poner lo más moderno del mundo, una Vía Verde.

EL CUENTO DEL FERROCARRIL

Érase una vez un burgomaestre,
que llevando en la cabeza un proyecto,
al mercado acudió presto.
Emprendió solo el viaje, rechazando compañía,
pregonando en voz alta, esta alegre melodía:

Lo primero que yo haré, cuando lo consiga negociar,
es declararlo Patrimonio, de Tharsis y la Humanidad.
Aquí llevo el proyecto, que seguro triunfará:
La Casa de Huéspedes voy a arreglar,
también la del Director General,
para poner un hospedaje, de turistas y demás.
Para esto yo ya tengo, quien los cuartos va a gastar,
pero no pedirme que yo ahora, revele su identidad,
porque ni esto viene a cuento, ¿y a vosotros, qué más os da?

Y para que su proyecto no pareciera
cosa del trasnochar,
siguió con la cantinela
de su bonito cantar.

Que contento estoy, de lo bien que lo organizo,
vendiendo este proyecto, cuanta fama ganaré,
aunque a cumplirlo después, a mi no me preocupa,
pues a desdecirme más tarde, no me faltara excusa.

Un recodo del camino, le muestra la realidad,
que las vías le desmontan, por las buenas y a su pesar.
Y en un gesto de bravura, e hidalguía sin igual,
no pronuncia ni palabras, ni se le oye musitar.
El silencio es su bandera, para este entuerto enmendar.

Ni me molesto siquiera, porque desmantelen otro ramal,
entre Gibraleón y Corrales, o lo que plazca al mandamás,
que yo no estoy para eso, sí, para callar y observar.
Y si ahora me dicen, que ni ferrocarril, ni patrimonio cultural,
yo comunicaré a su tiempo, que todo fue un proyectar.

Que lo moderno de ahora, es poder caminar,
por la Vía Verde que pronto, vamos a disfrutar.
Desde Corrales a Alosno, hasta el Empalme o más allá.
Aunque esto no lo vean, ni mis nietos en soñar